DILEMA MORAL PARA TOMA DE DECISIONES
Ramón
Sampedro era una persona muy activa que tuvo un accidente que lo dejó
tetrapléjico a los 25 años. Con el paso del tiempo deseó poner fin a su
vida y, por ello, comenzó su particular lucha ante los tribunales en la
que solicitaba un dictamen para que se pudiese terminar con su vida.
Diferentes tribunales estudiaron su caso, pero todos ellos se
pronunciaron en contra. Ramón Sampedro no desistió de su deseo y
finalmente el 12 de enero de 1998 consiguió poner fin a su vida con una
combinación de cianuro con matarratas. Para poder realizarlo necesitó la
ayuda de once de sus amigos. Para evitar que estos pudiesen ser
procesados, grabó su propia muerte y cada uno de ellos se encargó de una
cosa diferente, de tal forma que ninguno de ellos hizo nada que pudiese
ser considerado un delito. El plan fue el siguiente: después de
repartir once llaves entre sus amigos, uno compró el cianuro, otro lo
analizó, otro calculó la proporción de la mezcla, otro lo trasladó de
lugar, otro lo recogió, otro preparó el brebaje, otro lo introdujo en un
vaso, otro colocó la paja para que Ramón pudiera bebérselo, otro lo
puso a su alcance, otro recogió la carta de despedida y finalmente otro
se encargó de grabar en vídeo su muerte.
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